jueves, 10 de noviembre de 2016

Mamita, no llores mi ausencia.

 Mamita,
no llores mi ausencia.


El día amaneció triste mamita querida, hoy ya no estoy contigo, 
Dios ha querido llevarme junto a Él. Es un lugar tranquilo donde 
brotan manaltiales transparentes con un brillo que te dejaría sin palabras, 
donde la paz que reina jamás podrá ser imaginada. 

Te estoy mirando y todos los días estoy contigo, en cualquier rincón 
de la casa estoy junto a ti. Lloras mucho mamita, y eso me pone triste,
piensa que sólo mi cuerpo está lejos de ti.
Ese día que me fui, despertaste con un fuerte dolor, no te explicabas que estaba pasando, 
corriste inmediatamente al hospital, porque desde el fondo de tu corazón 
supiste que algo andaba muy mal, puesto que yo estaba en tu vientre,  
te escuché llorar, pero no pude consolarte, yo ya me había ido. 
Perdonarme mamá.



Escuché que me rogabas que me quedara, escuché que te enojaste, escuché tu dolor.
Perdonarme por haberte causado ese dolor tan grande.
Tuve que irme, a pesar de que no quería irme, perdoname porque no pude aferrarme a la vida,
yo te amo y siempre te amare ¿porqué me iría? 
Yo también lloré, viendo como me alejaba de ti, pero entonces, miré al frente y,
no te imaginas lo hermoso que es lo que ví! Algún día lo verás, con tus propios ojos, 
verás el bello lugar en el que yo vivo, un lugar lleno de paz.


Ni tú ni yo entendemos porqué tuvimos que separarnos, 
he visto tus lágrimas, he visto tus noches de insomnio, 
he visto como miras mis cosas y extrañas un abrazo mío,anhelabas conocerme, 
ver mis ojos mirar los tuyos, tu deceabas darme tus caricias tu amor,
pero ¿sabes mami ? estoy más cerca de lo que te imaginas. 
Siempre estaré a tu lado, estaré en tu corazón 
Estoy feliz, mamá. Lo único que me falta para nunca dejar de estarlo, es volver a ver que tú sonríes. Te amo mami.
Mi corazón y mi presencia siempre contigo.